Informática verde
El
Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente señala que en el
mundo se generan 40
millones de toneladas de basura electrónica al año
y que el volumen de la chatarra electrónica crece entre un 16% y un
28% cada cinco años, el triple que la basura domiciliaria.
Cuando
estos aparatos se desechan, se convierten en unos residuos
muy contaminantes.
La inmensa mayoría contiene sustancias como bromo, cadmio, fósforo
o mercurio que pueden ser muy dañinos para la salud y el medio
ambiente. Está estudiado que el fósforo de un televisor puede
contaminar hasta 80.000 litros de agua o que un frigorífico mal
reciclado emite a la atmósfera gases de efecto invernadero (GEI)
equivalentes a las emisiones de un coche en 15.000 kilómetros.
La
recuperación correcta de dichas sustancias ahorra además dinero
y recursos
en su proceso de extracción, una de las fases más agresivas con el
medio ambiente. Recuperarlos requiere menos energía y se generan
menos desechos que al extraerlos de la naturaleza, sin olvidar que
muchos materiales (cobre, oro, plata o aluminio) son valiosos por sí
mismos.
Cómo
se reciclan los aparatos eléctricos y electrónicos
Los
ciudadanos concienciados con el medio ambiente deberían seguir las
tres erres del ecologismo también con los aparatos eléctricos y
electrónicos:
Reducir.
En la actualidad hay una gran variedad de dispositivos (ordenadores
de sobremesa, portátiles, tabletas, libros electrónicos, etc.)
Antes de comprar uno, hay que pensar qué utilidad se le dará, para
no adquirir elementos superfluos, que gasten más energía de la
necesaria o que no se tenga intención de usar. Además, es
conveniente conocer su consumo energético, de qué materiales está
hecho o la política ambiental del fabricante. De esta manera se
podrá elegir entre los modelos más eficientes y respetuosos con el
entorno.
Reutilizar.
La
reutilización de los ordenadores alarga su vida y el medio ambiente
y el bolsillo lo agradecen. Un equipo no válido para una persona
puede ser aprovechado por otra que no necesite estar a la última.
Antes
de ofrecérselos a un amigo o familiar, los viejos ordenadores pueden
lograr una segunda vida como ordenador para niños, como centro
multimedia, como HotSpot o como teléfono VoIP.
Otra
opción consiste en entregarlo a organizaciones especializadas en
reutilizar aparatos electrónicos y electrodomésticos. La
cooperativa Ekorrepara genera puestos de trabajo para personas con
dificultades de inserción laboral mediante la reutilización de
dichos productos. Tras limpiarlos y asegurarse de que funcionan, sus
responsables los ponen a la venta a precios muy asequibles.
Diversas
ONG distribuyen ordenadores usados entre colectivos desfavorecidos en
España y en países en vías de desarrollo. Los
responsables de estas iniciativas recuerdan que los ordenadores deben
tener bien sus componentes y unos requisitos técnicos mínimos.
Reciclar.
Cuando el ordenador ya no puede reutilizarse, es la hora del
reciclaje. Los consumidores tienen varias opciones, como depositarlo
en un Punto Limpio o entregarlo en el comercio donde compra uno nuevo
equivalente.
Una
vez que los residuos llegan a las plantas
autorizadas de reciclaje,
se les retiran los elementos contaminantes, y el resto de componentes
(plástico, aluminio, cobre o vidrio) se procesan para fabricar
nuevos productos. La mayor parte de los componentes pueden separarse
por medios mecánicos y se calcula que el 70% de cada dispositivo
puede transformarse en materias primas aprovechables.
Fuentes:
http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/urbano/2012/09/10/212515.php
http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/energia_y_ciencia/2013/01/31/215599.php
Opinión:
“La regla de las 3R ecológicas, pilar fundamental para el
desarrollo sostenible”
Reducir,
reutilizar, reciclar. Es
imprescindible respetar la regla de las 3R ecológicas para cumplir
con el desarrollo sostenible. Los recursos de la Tierra son finitos,
limitados. Debemos consumir lo justo y necesario para que las futuras
generaciones también disfruten de ellos y tengan nuestras mismas
oportunidades.
En
el artículo anterior veíamos la solución que los países
desarrollados pusieron a esas toneladas de basura electrónica
acumulada dentro de sus fronteras: utilizar otro país como un
contenedor de todos nuestros desperdicios. Reducir, reutilizar y
reciclar es otra solución. Una solución para todos, no sólo para
los productores de la basura. Una solución real para un problema
real.
¿Reducir?
Pues sí, porque probablemente dispongamos de más aparatos de los
necesarios. Seguramente podemos vivir con mucho menos de lo que
tenemos.
¿Reutilizar?
Por supuesto. La vida del dispositivo no ha acabado, aún es útil.
Para ti no, pero para otras muchas personas todavía sí. Además,
esto puede disminuir la brecha digital entre nosotros. Facilita el
acceso a las nuevas tecnologías a personas que no podrían costearlo
por ellas mismas.
¿Reciclar?
¡Es tan beneficioso! ¿Para qué quieres toneladas de basura
acumuladas que perjudican el medio ambiente y los habitantes de la
zona? No sólo evita esa situación, también es posible obtener un
beneficio económico al utilizar los componentes valiosos de los
aparatos desterrados.
Creo
que las personas no estamos lo suficientemente concienciadas con el
daño que generamos al planeta. Estamos estrujándolo del mismo modo
que un niño de cinco años aprieta un zumo para sacar todo su
contenido... hasta que ya no queda nada. Pero nosotros no tenemos
cinco años. Nosotros estrujamos un planeta: nuestro hogar y el de
las futuras generaciones. ¿Cómo evitarlo? Reducir, reutilizar y
reciclar.
Muy de acuerdo
ResponderEliminarMuy interesante
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