"El ordenador nació para resolver problemas que antes no existían" Bill Gates

viernes, 24 de febrero de 2017

Un buen uso de las redes sociales

Cómo los medios sociales pueden hacer historia

Clay Shirky nos habla acerca del transformado panorama de los medios y de lo que esto significa para cualquiera que tenga un mensaje que quiera enviar a cualquier parte del mundo. El experto en redes sociales plasma estas transformaciones a través de tres historias reales.



Clay Shirky en http://www.ted.com/talks/clay_shirky_how_cellphones_twitter_facebook_can_make_history

Primera historia. Elección presidencial. Había una cierta preocupación de que en algunas partes del país podría haber supresión del voto. Y entonces surgió un plan para filmar la votación. La idea era que los ciudadanos con teléfonos capaces de hacer fotografías o grabar vídeos documentaran sus lugares de votación estando atentos ante cualquier uso de técnicas de supresión del voto. Y subieran esto a un lugar central. Y que esto sirviera como un medio de vigilancia ciudadana.

Este patrón asume que estamos todos juntos en esto. Lo que importa aquí no es el capital tecnológico, sino el capital social. No es cuando las nuevas herramientas aparecen que sus usos comienzan a permear a la sociedad. Es cuando todo el mundo lo asume. Ahora los medios son más sociales, la innovación puede ocurrir en cualquier lugar, la gente puede hacerse a la idea de que estamos juntos en esto.

Es una enorme transformación. Estamos atravesando el mayor incremento de la capacidad expresiva de la historia de la humanidad.



Segunda historia. La provincia china de Sichuan tuvo un terremoto terrible de 7,9 de magnitud en la escala de Richer. Dicho terremoto fue transmitido mientras ocurría. La gente mandaba mensajes, fotografiaba los edificios derrumbados o filmaba la catástrofe. Subían esto a QQ, el mayor servidor de Internet de China. Lo twiteaban. Y así mientras el terremoto ocurría las noticias eran transmitidas.

Twitter anunció la existencia del terremoto varios minutos antes de que el Centro Geológico de EEUU tuviera algo online para que cualquiera lo leyera. Durante un rato, 9 de los 10 links más clickeados en Twitter eran sobre el terremoto: gente recopilando información, indicando fuentes de noticias...

Durante medio día, los sitios de donación estuvieron arriba. Las donaciones llovían de todo el mundo. Fue una respuesta global coordinada. El gobierno chino decidió que dejaría a sus ciudadanos expresarse libremente hasta que ocurrió. La gente descubrió que la razón por la que tantos edificios escolares se habían derrumbado era que unos funcionarios corruptos habían sido sobornados para permitir la construcción de estos edificios por una cifra menor.

Los ciudadanos comenzaron a informar de esto también. La protesta continuó y el gobierno se vio obligado a tomar medidas. Comenzaron a cerrar los medios que emitían las manifestaciones y a arrestar a los manifestantes. Cerraron el acceso a Twitter porque no había forma de filtrar todos los mensajes. Sustituyeron la censura de “El gran CortaFuego de China” por la prohibición.



Tercera historia. Campaña de Obama. Apertura del sitio myBO.com. Millones de ciudadanos se apresuraron a participar, a ayudar. Obama anunció que iba a cambiar su voto en FISA. Él había dicho que no firmaría el proyecto de ley que garantizaba inmunidad de telecomunicaciones a posibles espionajes sin autorización. En medio de la campaña electoral, cambió de opinión.

La respuesta de la gente fue masiva. Él se limitó a decir: “Quiero llegar a ustedes y decirles que entiendo que no están de acuerdo conmigo y voy a asumir las consecuencias”. La decisión de Obama no gustó. Sin embargo, la gente comprendió que el ahora expresidente nunca les había callado. Nadie intentó ocultar su reacción ni negar su existencia ni borrarlo.



Esa es la clase de disciplina que implica hacer un uso realmente maduro de los medios.

En un mundo donde los medios son globales, sociales, omnipresentes y baratos los medios tratan con menos frecuencia sobre hacer un mensaje para ser consumido por individuos. Y tratan cada vez más sobre una forma de crear ambientes de grupos y apoyarlos.



Valoración personal

Es indudable que las redes sociales han cambiado nuestra vida alterando nuestra forma de comunicarnos con los demás o de informarnos. Son una potente herramientas de los medios de comunicación, un medio de evasión en nuestro tiempo libre, la forma más sencilla de entablar conversación con nuestros amigos y familiares y una actividad más de ocio.

Sin embargo, cuál es el uso que hacemos de las redes sociales. ¿Qué se considera un buen uso? ¿O cómo podemos hacer mejor uso de estos medios? A lo mejor no sabemos definir exactamente qué sería un buen uso o qué sería un mal uso, pero podemos comparar la importancia de cada uno para la sociedad. ¿Informar sobre un terremoto o ver vídeos de gatos tocando el piano?

Es impresionante cómo cualquier mensaje puede ser visto en cualquier parte del mundo en tiempo real. En algunos casos, esto supone una auténtica fuente de información, como fue el caso del terremoto de China. Todo el mundo informado en cuestión de minutos, todo el mundo reaccionando en cuestión de minutos ante semejante tragedia. Más información, donaciones... la respuesta global. Un buen uso de las redes sociales.

Y es que a través de estas redes no sólo podemos divertirnos o distraernos, podemos informar o ser informados sobre asuntos que tengan repercusión a nivel mundial o podemos denunciar injusticias o podemos felicitar otras actuaciones. Y debemos poder dar nuestra opinión libremente sin que nadie censure nuestras palabras.

Debemos poder decir (o escribir, en este caso) lo que pensamos sin que el gobierno u otra autoridad se crea con la capacidad suficiente como para decidir si eso puede ser publicado o no porque se debe respetar la libertad de expresión en las redes sociales, del mismo modo que se respetaría fuera de ellas. Todas las personas tienen una opinión y todas las opiniones son válidas.

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