Los juegos online pueden crear un mundo mejor
Jane
McGonigal apuesta por los jugadores para solucionar los problemas
reales del mundo. La diseñadora de juegos nos cuenta los beneficios
de los juegos online en nuestra sociedad
Jane
McGonigal en
http://www.ted.com/talks/jane_mcgonigal_gaming_can_make_a_better_world
¿Y
si salvar el mundo en la vida real fuera tan fácil como lo es en el
mundo de los juegos online? Actualmente, pasamos 3 mil millones de
horas por semana jugando juegos online. Sin embargo, no es tiempo de
juego suficiente para resolver los problemas más acuciantes. Para
acabar con el hambre, la pobreza, el cambio climático, conflictos
mundiales... necesitaríamos jugar online al menos 21 mil millones
de horas por semana.
Pero,
¿por qué son los juegos esenciales para la supervivencia de la
especie humana? La respuesta es muy sencilla: somos mejores en los
juegos que en la vida real. Logramos más en los mundos de
juegos, nos volvemos la mejor versión de nosotros mismos: somos los
más dispuestos a ayudar a los demás, los más tenaces a la hora de
resolver problemas, los más rápidos en levantarnos después de
fallar e intentarlo de nuevo.
En
los juegos online siempre hay algo específico e importante para
hacer. Siempre hay una misión que cumplir y para la cual hay
que esforzarse. También hay un montón de colaboradores, un
montón de gente dispuesta a ayudarte a conseguir tu misión. Estos
dos requisitos no se cumplen en la vida real.
El
problema con los entornos colaborativos online es que es tan
satisfactorio que decidimos pasar todo nuestro tiempo en estos otros
mundos. Aunque tampoco es un problema en sí. Resulta que pasar
todo este tiempo jugando online cambia nuestra realidad, cambia
lo que somos capaces de hacer como seres humanos.
Nos permite evolucionar para ser una especie colaborativa y
cordial.
¿Cómo?
Pues bien, los juegos online nos convierten en personas más
positivas. El positivismo urgente es el deseo de actuar
inmediatamente para sortear un obstáculo combinado con la creencia
de que tenemos una esperanza de éxito razonable. Podemos triunfar,
es posible, de este modo vale la pena intentarlo una y otra vez hasta
conseguir ese ansiado triunfo.
Además,
los jugadores son virtuosos de la trama social. Se construyen
lazos de confianza y cooperación al jugar un juego juntos. Por otro
lado, no debemos olvidar la productividad dichosa. Cuando
jugamos un juego, estamos en realidad más felices trabajando mucho
más que relajados o pasando el rato. Estamos optimizados haciendo un
trabajo significativo. Finalmente, se debe mencionar el propósito
épico.
Resumiendo,
los jugadores son individuos optimistas con superpoderes. Son
personas que creen que son capaces individualmente de cambiar el
mundo. Y el único problema es que creen que son capaces de cambiar
únicamente mundos virtuales y no el mundo real. Los jugadores creen
que pueden lograr más cosas en los mundos virtuales que en la vida
real.
¿Cómo
cambiar la situación? Tenemos que hacer el mundo real más
parecido a un juego. De esta manera, se podrán resolver los
problemas reales aprovechando los beneficios obtenidos en los juegos
online.
Valoración
personal
No
creo que sea necesario multiplicar por siete el número de horas
dedicadas a jugar a juegos online como medida para solucionar los
problemas que asolan el mundo real. Sin embargo, sí que considero
que deberíamos tener todos, jugadores y no jugadores, los valores y
convicciones que describe Jane McGonigal en esta charla.
Deberíamos
tener un objetivo que alcanzar, pero no nosotros de forma individual:
un objetivo de grupo que conseguir gracias a la colaboración y ayuda
de todos los miembros de ese grupo. Ser positivos también me parece
algo fundamental, al igual que esa disposición a no rendirse nunca,
a no abandonar e intentarlo una y otra vez hasta llegar a nuestra
meta.
Creo
que esto debería venir de serie. Todos deberíamos tener claro que
sólo pensando que somos capaces de hacer algo, lo conseguiremos.
Deberíamos tener claro que para ello, habremos de trabajar muy duro.
Igual que deberíamos de tener claro que con la ayuda de los demás
será más satisfactorio, enriquecedor y sencillo.
Aún
así, son más los que prefieren llegar a la meta solos, pero antes
que nadie. O aquellos que se rinden antes de empezar. O incluso
aquellos que esperan que las cosas se solucionen solas. Es cierto que
los juegos online reúnen todas las características necesarias para
que la sociedad y el ser humano de manera individual alcance sus
objetivos, sus metas, pero no creo que la solución pase por aumentar
las horas dedicadas a esta actividad o promover el uso de la misma.
Se
deben promover esos valores, esa forma de pensar para conseguir el
beneficio del grupo. Sólo así conseguiremos solucionar los
problemas reales. Los problemas importantes que nos afectan a todos y
que, por tanto, debemos resolver entre todos. Y los juegos online no
son los únicos que resaltan estos valores o esta forma de pensar.
Actividades
como el deporte o los mismos trabajos en grupo que hacemos en clase
contribuyen a potenciar esto. Nos obligan a entendernos con los
demás, a ayudarnos y a pensar que se puede lograr aquello que
queremos si trabajamos duro en ello. No necesariamente hay que jugar
a juegos online para crear un mundo mejor. Hay que trabajar juntos para crear un mundo mejor.
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