"El ordenador nació para resolver problemas que antes no existían" Bill Gates

sábado, 18 de febrero de 2017

Un futuro holográfico

Futurista visión de la era de los hologramas

Alex Kipman, ingeniero de profesión, presenta en una conferencia la primera computadora holográfica sin ataduras: HoloLens de Microsoft




Alex Kipman en http://www.ted.com/talks/alex_kipman_the_dawn_of_the_age_of_holograms

En la actualidad, los seres humanos interactuamos con la tecnología como si fueran máquinas. Nos comunicamos con otras personas, entretenemos y vivimos a través de una pantalla detrás de la cual pasamos la mayor parte de nuestro tiempo. ¿Cómo nos relacionábamos con los demás antes de la existencia de estos dispositivos? ¿Cómo éramos capaces de llevar a cabo semejante hazaña?

Estamos limitados por un mundo 2D de monitores y píxeles. Esta limitación y el deseo de conectar con las personas ha propulsado la creación de una nueva realidad: una realidad en la que la tecnología detecta lo que vemos, tocamos y sentimos. Una realidad en la que la tecnología no se interpone entre nosotros, sino que se apoya en nosotros. Una tecnología que permita a la gente actuar más como personas.

¿Un ejemplo? HoloLens de Microsoft, la primera computadora holográfica sin ataduras. Se podría pensar que será un producto del futuro lejano, pero nada más lejos de la realidad. HoloLens ya ha sido utilizada por compañías de automóviles como Volvo, universidades como Case Western o, incluso, la propia NASA.



Sin embargo, HoloLens no es más que un pequeño adelanto del insólito mundo desprovisto de la tecnología 2D que nos espera en un futuro inmediato. En este mundo, la tecnología nos entiende. En este mundo, vivimos, trabajamos y nos comunicamos con herramientas que mejoran la experiencia humana, no máquinas que limitan nuestra humanidad.

Pero, ¿cómo interactuarán estas máquinas con la realidad? El reconocimiento de voz y la autenticación biométrica son grandes ejemplos de una máquina que se relaciona con los humanos desde una perspectiva de entrada. Además, dicha máquina podría poner la información digital o la información de salida en la realidad mediante hologramas. Dicha máquina podría, por increíble que parezca, intercambiar energía con el mundo a través de la háptica.



Como se ha mencionado anteriormente, HoloLens ya está siendo utilizada en determinados ámbitos. La NASA utiliza esta tecnología para que sus científicos exploren otros planetas. Durante la conferencia, somos testigos de la conversación establecida entre Kipman y un trabajador de la NASA, el doctor Jeff Norris. Un Jeff Norris holográfico, eso sí. Un Jeff Norris que está hablando con Kipman y está en Marte al mismo tiempo.

Se trata de una réplica holográfica precisa de este planeta, construida a partir de los datos capturados por el Curiosity Mars Rover, que permite explorar con tanta facilidad el planeta rojo como cualquier lugar de la Tierra. Entre otras aplicaciones en este sector se encuentra el diseño de la próxima generación de una nave espacial.




Valoración personal

El futuro es holográfico. En un futuro no muy lejano, las máquinas se adaptarán a nosotros. Se comunicarán con nosotros más allá de las actuales pantallas a las que estamos tan acostumbrados. ¿Reconocimiento de voz? ¿Biometría? ¿Hologramas? Todo será poco para destruir la limitación del presente mundo 2D de monitores y píxeles, todo será poco para volver a conectar con las personas. Y es que comunicarnos y vivir detrás de una pantalla está acabando con las relaciones humanas.

La nueva realidad que narra Alex Kipman en su conferencia no podría tener un significado más literal. Comenzar a utilizar hologramas, cambiaría por completo nuestra concepción del mundo y nuestro día a día y serviría, sin duda, para acercarnos más los unos a los otros y ampliar nuestros horizontes y descubrimientos.

Los hologramas tendrían múltiples aplicaciones. Más allá de poder explorar nuevos lugares de una manera mucho más exhaustiva y “humana”, cambiaría nuestro día a día: nuestra vida. Se acabaría eso de tener un ordenador o un móvil entre las manos si se puede proyectar el contenido de la pantalla en el aire. ¿Para qué encender la televisión pudiendo ver una película en forma de holograma?

Podríamos estar en varios lugares a la vez, aunque uno de nosotros no esté físicamente en el segundo sitio no tendría importancia alguna. Llegar a sitios sin tener que desplazarse sería una realidad. Lo que no se sabe con exactitud es cuándo comenzará esta nueva realidad. Los hologramas pueden existir ya, pero cambiar la sociedad actual costaría algo más de tiempo. ¿Acaso no habría que acostumbrarse a ir a la consulta del médico y encontrarse a un holograma de doctor? ¿Ir al instituto para escuchar la lección de un profesor que físicamente no está presente?

Sin duda, la aplicación de los hologramas en nuestra vida diaria cambiaría por completo nuestra concepción del día a día, la realidad tal y como la conocemos y vivimos. De momento, habremos de conformarnos con los primeros anticipos del futuro: la NASA, Volvo y la universidad Case Western.

Para finalizar, me gustaría recalcar que un holograma no es una imagen en 3D ni una proyección de una imagen sobre una pantalla visible. Al variar la ubicación del observador, un auténtico holograma muestra zonas nuevas. 

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